Los discípulos sentían deseos de conocer el tiempo exacto de la revelación del
reino de Dios; pero Jesús les dijo que no les era permitido conocer los tiempos
y las sazones, pues el Padre no los había revelado. Entender cuándo debía ser
restaurado el reino de Dios no era lo más importante que debían conocer. Debían
ser hallados siguiendo al Maestro, orando, esperando, velando y trabajando.
Debían ser los representantes del carácter de Cristo ante el mundo. Lo que era
esencial para una vida cristiana llena de éxito en los días de los discípulos,
es también esencial en nuestros días. "Y les dijo: No os toca a vosotros saber
los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo". ¿Y qué
debían hacer después de que descendiera sobre ellos el Espíritu Santo? "Y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra".
castellano .mp4 1gb
Latino .webm 1.5gb